viernes, 28 de diciembre de 2007
No-días
sábado, 15 de diciembre de 2007
¡Oferta!
Noche de estreno.
lunes, 10 de diciembre de 2007
¿El mundo en mis manos?
Días peculiares
P.D. : En la imagen, las voces verdaderas: Luli, Pili, Dani, Ami, Flo, Mery, María, Tati, Jose, Agus.
sábado, 8 de diciembre de 2007
Trámites amorosos
Como se habrán dado cuenta por la publicidad en Canal 10, nuestro casamiento coincidirá en fecha y hora con la ya famosa NOCHE DE LAS LUCES, lo que complicará vuestro acceso al Yacht Club del Buceo.
Con tal motivo hemos tenido una serie de reuniones con personal del Canal y de la Intendencia de Montevideo, quienes nos han sugerido la siguiente solución para la llegada a las 21 al Yacht Club.
a)DISTINTIVO
Imprimir en su casa el cartel que va adjunto en formato .jpg . Es el archivo salvoconducto.jpg. y ponerlo en el parabrisas del lado del acompañante.
b)ACCESO
Los invitados que vengan del Norte(Prado), Centro, Pocitos, Punta Carretas y similares deberán acceder tomando Avda. Italia al Este, luego tomar Bvar. Batlle y Ordóñez(ex-propios) hacia el Sur, hasta la Rambla, tomando por ésta al Oeste hasta llegar a LA de Herrera y allí tomar al sur por ésta (una cuadra) hasta la Rambla Charles de Gaulle y allí directo al Yacht Club.
c)CONTACTO
El Inspector de la IMM SR. Pablo Inthamoussu (099 271680) estará en el cruce de Rambla Rep del perú y LA de Herrera.
d)HORARIO
Se recomienda hacer el recorrido entre las 20:45 y las 21:15 pues antes de éste horario, el desfile de la Alegría(personajes de Disney y otros) podrá complicar el acceso
por LA de Herrera al sur. Llevar también la invitación para evitar problemas.
Los esperamos y disculpas por las molestias que les pueda provocar,
afectuosamente
María
lunes, 3 de diciembre de 2007
Alegremente desafinada
- Coppelia, tu cantá bajito, o mové la boca...-luego, carcajadas.
Dicen que a la gente le gusta hacer las cosas que le salen bien. Puedo probar que en el canto, soy la gran excepción a la regla. No soy capaz de entonar ni el himno nacional, y sin embargo, adoro cantar. Y suelo cantar con entusiasmo. Ahora que me incorporaron al coro, no van a zafar de mi entusiasmo.
¿A dónde se fue?
dolor. Entonces lo volvió a mirar, y él estaba en otro lado, ni siquiera se daba cuenta del daño que provocaba su olvido. ¿Qué queda cuando hay olvido? ¿Existió lo que ya no se recuerda? Ella quedó detenida, ausente. Miró la ventana de reojo, parecía que afuera el mundo aún se movía. Sintió ganas de irse, de no volver jamás. Se levantó de la silla y bajó la escalera apurada por esconder el enorme espesor de sus lágrimas tibias. Él la seguía desconcertado, creo que buscaba alcanzarla. Pero ella ya no estaba, se había escapado en el eco de ese instante vacío. Salió al calor agobiante del mediodía, al ruido aturdidor de la calle. Él ahora la miraba desde el marco de la puerta, desde la lejanía de su inconsciencia. Ella empezó a caminar. Se sintió sola. En su pecho cargaba la tristeza de saber que guardaba en soledad la memoria de los dos.
P.D. : La imagen es de Getty images.
domingo, 2 de diciembre de 2007
Diciembre.
Com2005 a la pista
Terminaron las clases, ahora unos días con un poco más de calma antes de tomar fuerzas para empezar los exámenes. Los comunicadores hicimos el asado final en casa, empezó a eso de las nueve de la noche, y a las seis de la mañana com2005 seguía agitando. El hit de la noche “Viejo Lobo”. La estrella, el integrante francés que adquirimos.
P.D. : en la imagen, algunos personajes después de ya avanzada la noche.
martes, 20 de noviembre de 2007
Dilemas sin voz
A veces siento que voy a explotar en silencios. Desde muy chica tuve la convicción de que un secreto sólo sobrevive como secreto si no se repite ni en un eco. Basta con decirlo en voz alta para que deje de ser secreto. Por mi devoción a esta teoría tengo una lealtad exacerbada hacia los secretos. Y supongo que por eso, por una larga trayectoria de silencios, cada vez es mayor la cantidad de información secreta que recibo.
Lo que me di cuenta es que con el tiempo, la intensidad de los secretos aumenta. De pequeña sabía de quién gustaban todas mis amigas, todas se atrevían a contarme el secreto, después las informaciones se hicieron más jugosas, los secretos tenían siempre un tinte de diversión, de complicidad. Padecí aquellos momentos de cruzamiento, de saber cosas por dos lados, de tener que pedir por favor que no me lo contaran antes de escucharlo, explicar que la contraparte ya me había dado el punto de vista y que no era ético recibir entonces el que ahora me ofrecían (nunca acepté aquello de indagar en parejas ajenas). Pero todo era bastante colorido, telenovelesco diría.
Sin embargo, a medida que pasa el tiempo los silencios engordan. A veces los silencios despiertan dilemas éticos, a veces el silencio y las amistades van unidas de la mano. Otras, la verdad es la que va unida a la amistad. Cuándo callar, y cuándo hablar. A veces el silencio aturde. Y sin embargo, hay que callar.
domingo, 18 de noviembre de 2007
Volver
Shhh
P.D. : la imagen es de Gettyimages.
martes, 13 de noviembre de 2007
¿Será cierto?
P.D. : En la imagen, de Gettyimages, una compatriota (como mal dice Tatiana)
lunes, 12 de noviembre de 2007
Comienzos
“Lo que solemos llamar circunstancias y sólo son, simplemente, lo que permitimos que nos hagan la vida y las personas...”
“Dos días antes, en cuanto nos quedamos solos, dijo:
- Quiero morir con dignidad”
“El problema de envejecer es que nos volvemos jóvenes”
Después de que leo su primera línea, aunque no quiera, paso a ser parte de la historia, porque él comienza como si asumiera que quien lo lee sabe de qué habla. Y como él ya lo da por hecho, no se lo puede desilusionar, y hay que descifrar de qué habla.
miércoles, 7 de noviembre de 2007
Persevera y triunfarás.
Pero yo no me retiraría. Ya me la habían postergado tres veces y ahora no habría vuelta atrás. Además tenía un libro. Descubrí que los libros son cómplices del ejercicio de forjar la paciencia. Hoy no tendría la entrevista en mi grabador si en la cartera no hubiese llevado al amigo Iván Denísovich. Además, la lectura disimulaba mi impertinencia.
P.D. : la imagen me provoca sensación de sala de espera, por eso la elegí. Es de Gettyimages.
miércoles, 31 de octubre de 2007
Sin disimulo
El lado bueno de un insulto
En la foto, la yegua de Los abriles. Es todavía muy joven, atrevida y caprichosa. Se llama Guillermina(y se hace llamar Miss Billy). Y se cree que en Los abriles es la reina(je, y se confunde, claro).
martes, 30 de octubre de 2007
Un aplauso para los que aplauden
P. D. : Lo de la misa todavía no lo puedo lograr. Alguien me convenció de que en la misa no se aplaude, se canta. Y yo le creo. Y en el avión tampoco...pero ya lo superaré.
P. D. : En la imagen, T, S, y B, hace tiempo, en casa. Aplauden. (las manos que no se ven son las de S.).
A ella, gracias.
P.D. : Esto lo escribí la semana pasada. Después del fin de semana. Lleva exactamente seis días de atraso. Fue el miércoles.
miércoles, 17 de octubre de 2007
Gotas de cristal
martes, 16 de octubre de 2007
¿Culpables?
Primera pérdida.
Salí a caminar por la rambla, llevé la cámara porque el día estaba lindo. Suelo salir a la rambla por una calle que tiene una cuadra corta (ese lugar me trae recuerdos adolescentes) y la única casa que ocupa la cuadra es la del tan polémico Robin Henderson. Me encuentro con que la casa tenía pegado en el cerco un gigante cartel, (una pancarta si soy más específica). Pensé en Eresfea, vaya si se divertiría de ver que la casa de tres pisos del Señor Henderson también se sumó a la distinguida moda de las pancartas.
En el cartel decía: “Viva la Justicia. Te queremos Tienda Inglesa”. Entonces, me sentí orgullosa de tener la cámara- quizá me había vuelto en verdad una periodista. Pero cuando me posiciono para sacar la foto: tragedia. Cámara sin pilas.
Segunda pérdida
Durante gran parte de la caminata pensé en lo que escribiría en el reportaje. Diría lo absurdo de que el gran hombre de negocios pegara pancarta en su casa. Y al mismo tiempo, diría que si todos nos pusiéramos la camiseta de lo que hacemos cómo lo hace este hombre, quizá Uruguay sería más Grande. Escribí todo el paseo por la rambla. A la vuelta, había oscurecido, y la casa del Señor Henderson se había llenado de autos. Doble pérdida, se me escapaba ahora además una noticia: Hoy Tienda Inglesa festeja el triunfo.
Epílogo
Me apuré a casa, busqué pilas, pero no había. Saqué las del grabador. Volví a lo de Henderson. También gastadas.
Si hubiese estado cerca de la civilización, hubiera podido comprar pilas. Siempre disfruté el vivir lejos y poder escuchar a los pajaritos de mañana, pero en aquel momento hubiese querido un comercio cerca muy por encima de los pajaritos. Volví a casa frustrada. Sé que estoy en un “dos mil siete de imágenes”. Ya no valen tanto las palabras, y a quién le importaría mi reportaje de Henderson sin la imagen.
Tercera pérdida
El Domingo de tarde vi circular por ciudad vieja a un grupo de niñas de doce años disfrazadas de vedettes. Había salido el sol y las niñas paseaban por una calle, gris y algo destruida, de bikini blanco y plumas de colores, a la hora de la siesta. Y ellas, encantadas. No tenía la cámara, pero pensé en un titular para el reportaje que me perdía. Todavía no se me ocurre, quizá porque me interrumpió la cara de mi padre si a los doce años nosotras hubiésemos emprendido semejante paseo dominical por Montevideo.
Epílogo
No me puedo quitar la imagen de la cabeza: El cielo celeste, las construcciones más lindas de Uruguay apagadas por paredes sucias y puertas clausuradas. La calle destruida, pero aún con algo de piedra. Y por el lado izquierdo un desfile de niñas semi-desnudas y con plumas de colores, al estilo de Bailando por un sueño. Y sonrientes. Tan sonrientes. Acepto sugerencias de titulares. Pensé en los comentarios del reportaje. Nosotras nos disfrazábamos de mamás, con carteras y tacos altos, si nos poníamos audaces, de modelos, y entonces nos maquillábamos. A los doce ya ni nos disfrazábamos, íbamos en la bicicleta a la placita. Y a mí de pequeña me acusaban de fatal... decían que me mandarían a las Carmelitas descalzas en donde me mantendrían calladita. ¿Habré tenido una infancia reprimida? Quizá si no fuera por culpa de mis padres hoy sería yo vedette. Y si no fuera por culpa de mi cámara, sería una buena periodista.
P.D. : Este post, como penitencia, no tiene imagen. Apuesta al valor de las palabras.
lunes, 15 de octubre de 2007
Con vida propia
P.D. : La imagen...a libre interpretación. Imposible de explicar. Como la sensación.
Ladran Sancho, señal de que cabalgamos.
martes, 9 de octubre de 2007
Sonrisa descalza de una mujer elefante
Me fascina andar descalza, por la arena, por la alfombra, sobre las baldosas frías en verano. Cuando estoy cómoda en un lugar, sin darme cuenta me descalzo. Cuando era chica corría en Atletismo, me quedaba después del colegio a practicar. Y empezamos a prestar atención a los serios consejos de los varones que nos aseguraban que descalzo se corría más rápido. Un día nos sacamos nosotras también los zapatos. Y nunca nos los volvimos a poner. Todavía si quiero, siento la sensación de los pies cuando rozaban el pasto frío en las carreras. También puedo sentir el vértigo del barro. Era en esta época, en octubre, cuando recién empezaba el calorcito. Tengo el recuerdo impregnado en los pies,. Era muy chiquita y llevaba nada más que el short y la remera. Los zapatos, en la mano. Eran tardes livianas, sanas. Lo único intenso eran las emociones. Y las carcajadas. Me gustaba correr carreras, y más me gustaba correr descalza. Libre, eso, me sentía libre. Ojalá estos individuos prueben correr descalzos, y si es posible, hasta Cerro Largo, para que el camino sea largo. Y así yo no voy a tener que aguantar más insultos. Mientras, aguanto. Aguanto. Ya he creado, como me enseñó mamá, piel de elefante. Pero confieso que quisiera pronto dejar de ser un cuadrúpedo y parar de esconder mi maldita y sensible piel. La que de niña sentía el roce del pasto con la planta del pie. Y la que sufre con los insultos.
miércoles, 3 de octubre de 2007
¿Y quién era el freak?
lunes, 1 de octubre de 2007
Las del Maruti rojo
Habían pasado sólo dos horas de su partida y recibo un mensaje:
- "Pasé por ahí y no vi el Maruti, ¿lo robaron o algo?"
- "................................................" (hago tooooda la explicación).
- "Ja, ja, ok me había preocupado, es un sentimiento el Maruti, me quedo tranquilo entonces, qué bueno que le encontraron solución. Beso,"
Así será, calculo, con todos los que disfrutaron del espelendor de sus paseos. Con los protagonistas de su existencia.
P.D. : El de la foto es un intento de Maruti, pero no le llega ni a las ruedas. Ya voy a encontrar la foto adecuada para presentar al auténtico. Algún día también voy a explicar la jugosa historia de cómo llegó el Maruti a nuestro dominio(al de V. , y al mío).
P.D. : Me hice la viva y puse en negrita lo que tuve que cambiar del mensaje. El resto es textual.
Amigas
- ¿Por qué no me llamaste ?
- Porque eran las cuatro de la mañana, y al otro día tenía que estudiar y que hacer mil cosas del corto.
- Viste que a vos siempre te pasan las cosas justo cuando tenés que estudiar, o alguna entrega, o hacer algo...
- Es que siempre tengo alguna entrega, o que estudiar, o hacer algo, es como que no para... y es obvio que en el medio pasan las cosas...
- ¿Sabés lo que se me acabada de ocurrir?
- ...
- Tenés que elegir un día a la semana y reservarlo para digerir las historias, le ponemos: “Día de drama”
- JUAJUAJUA.
- ¿Los miércoles?
- Escribir guión.
- ¿Los martes?
- Cada quince días, informe.
- ¿Viernes?
- Este viernes tengo que ir a hacer prueba de cámara a la anciana.
- ¿Sábado?
- Sábado.
- Además ahora que pienso, este sábado hay partido. Clásico, Old boys… contra los belez...
- Mejor.
- Charlamos en el partido entonces. Vamos todas.
- No. No...no quiero charlar, no tengo ganas de charlar con nadie. Sólo nos sentamos al sol, ¿Ta?
- Ta.
miércoles, 26 de septiembre de 2007
Silencios
viernes, 21 de septiembre de 2007
Planes.
Dormir.
Leer.
Mirar películas.
P.D. : La imagen es de gettyimages.
miércoles, 19 de septiembre de 2007
La lógica.
P.D. : En la imagen: Juanma, (el verano pasado).
Damas y caballeros.
valientes. Y así, las hacen felices a ellas.
P.D. : La imagen es de Gettyimages.
lunes, 17 de septiembre de 2007
Sin palabras.
Estos tres, son ejemplos de gestos que se me hace imposible olvidar.
Pero en clase de guión entendí que tengo que ver Verdaderas Películas. Por eso, por un tiempo me despido de ellos, y de las tres películas en las que los descubrí.
De Jude me llevo el recuerdo de la sonrisa, y de esa bufanda.
De Orlando, las manos más perfectas que vi. Y el acento.
De Ryan, la mirada para morirse.
Están en orden de preferencia, por ahora. (Aunque Ryan capaz hubiese subido un puesto si hubiera estado afeitado).
domingo, 16 de septiembre de 2007
Del lado de los Felices.
P.D. : El 14 de septiembre fue para mí un momento de esos de felicidad plena. Y recordé otra cosa que dice mamá: Ganar con humildad y Perder con dignidad. Y después, disfrutar con intensidad del triunfo. No se me borró la sonrisa de los ojos. Y eso que mis ojos son pequeños pequeños.
P.D. :La imagen es de mi flor favorita. Me llevó 22 años encontrarla(juro q tenía la preocupación de no tener una flor favorita) pero es perfecta: pequeña y celeste. Se llama Nomeolvides. Quizá en esta montaña que subo ahora, encuentre algo que me fascine tanto como los Nomeolvides.
jueves, 13 de septiembre de 2007
Chau, gracias.
- Soca, Nariño, Boulevard.
- Pero...
- Soca, Nariño, Boulevard.
Todos los días comparto diecinueve minutos exactos con una tripulación. Nos vemos casi cien minutos a la semana. Todas las semanas. Pero somos desconocidos: con la sexagenaria de los sacos largos, con el hombre del gorro de lana, con la chica de los vaqueros bajos, con el chico del portafolios del ABN, con la niña del pelo indomable, con la de los pantalones apretados. Somos sombras que pasamos todos los días, que compartimos espacio y tiempo y nada más. Porque en el bondi no se habla, vamos y volvemos. En nuestras vidas paralelas.
Pero todos los días de la vida peco, cuando me bajo emito dos palabras. Y ayer comprobé que hacen una diferencia.
P.D. :Ayer me olvidé de la plata para el boleto, cuando estaba arriba y me di cuenta, le avisé al conductor lo acontecido, le dije que me bajaba, no iba a viajar gratis. Que en la próxima parada descendería.
- Vas para tu casa
- si...
- Entonces yo te llevo – como siempre.
viernes, 7 de septiembre de 2007
Llegó.
miércoles, 5 de septiembre de 2007
Resaca de un padre
En una mañana sorda
En un verano detenido.
No me levanté, y tampoco me quedé acostado,
No dormí, y no estuve despierto.
Me hundí en un zumbido perverso,
Y encontré un lugar en la ausencia.
Mi lugar en el mundo.
Él abrió la puerta y se acercó descalzo,
Ya era casi tan alto como para verme en la cama
Y su manito ahora no envolvía más mis dedos.
Aún guardaba el misterio del mudo
Y la simpleza de quien todavía
no repitió la experiencia del otoño.
Lleva mi nombre, una injusticia superlativa,
Y mis ojos, un consuelo egoísta
Él es mi esperanza, yo soy su cruz.
Atravieso una vida que no recorro
Con aliento a fuego, respiro los días inexistentes
Con sorbos ardientes, adormezco el alma vacía
Y con besos de vidrio, enveneno la memoria sucia
Él es mi esperanza, yo soy su cruz.
Jamás descubrí el amor hasta que lo conocí,
Pero yo para él soy un desconocido,
Y para el amor, un indescubierto.
No lo pude ver nacer, y no podré verlo crecer
Porque la noche que llegó
yo estaba abrazado a mi debilidad,
y el día que crezca,
estaré hundido en mi condena.
Lo abandoné por mil copas en la noche
y lo olvidé con las resacas de la tarde
Sueño su voz de hombre
pero miento, porque sé que jamás
tendré la gracia de oírla.
Y si pudiera, lloraría
Porque sé que soy el culpable
De haber crucificado mi esperanza.
Pero no puedo, porque mis lágrimas,
Como mi vida, quedaron secas.
martes, 4 de septiembre de 2007
S.O.S
1. Dormir con la ventana abierta en verano.
2. Bañarme en el mar.
3. Bailar.
4. Leer a la sombra.
5. Galopar.
6. Tener un ataque de risa.
7. Escuchar música.
8. Andar descalza.
9. Conocer un lugar nuevo.
10. Luego, volver.
11. Comer churrascos en la estufa el domingo.
12. Mirar una buena película.
13. Correr.
14. Espiar las conversaciones entre los niños.
15. Usar vestido.
16. Caminar sin apuro.
17. Vivir sin apuro.
P.D. :No están en orden. Hay dos que no voy a confesar. Y uno que vale doble (el N° 17). Otro día haré la lista de los placeres compartidos, pero lo de hoy no fue sólo un post, fue una terapia egoísta.
P.D. : La imagen es de Maitena.
jueves, 30 de agosto de 2007
Historia de pelotas
Nuestro instructor se llamaba Marcelo, recuerdo (quién, gracias al cielo, hace tiempo decidió partir para Francia). Tenía unos cuarenta y pico de años y era padre de tres niños hasta aquel momento (y sospecho que hasta siempre). Vicky y yo lucíamos unos paquetísimos equipos (la principal herramienta que papá había utilizado para persuadirnos de compartir su afición tenística): falda azul oscura, remera blanca y championes blancos y azules. Todo el equipo combinaba (admito que el recuerdo de aquella pequeña falda aún me produce fascinación). El hombre se paraba de un lado de la red y nosotras del otro. Nos lanzaba las pelotas y nosotras se las devolvíamos- una vez Vicky, y otra vez yo. Así transcurrían todas las clases con el señor Marcelo. Sobrias, y quizá- confieso- un poco aburridas. Pero en una de aquellas clases, y con aquel hombre, viví el episodio que marcó para la eternidad mi historia en el deporte de blanco.
Un martes de primavera (a la estación atribuyo mis energías excesivas de aquel día) devolví las pelotas con tanto entusiasmo y tal puntería que a una la hice aterrizar – seca, sin siquiera picar antes- en el territorio privado de la anatomía del señor Marcelo.
Pero lo más traumático del episodio no fue lo sucedido, sino que la reacción que aquello provocó. El hombre se cubrió su zona golpeada y se dedicó a exteriorizar su dolor con alaridos. Yo miraba a Vicky – dos años mayor- en son de auxilio. Pero mi hermana con una expresión perpleja, se mantenía muda. Ni siquiera respiraba, movía la cabeza para mirarme (inmóvil, de un lado de la red), y luego la volvía a él (del otro lado de la red) quien ya había tirado su raqueta al suelo para poder cubrirse la zona lesionada con las dos manos. Fue un instante eterno. Juro que pocas veces había escuchado yo gritar a alguien con tanto ímpetu como lo hacía aquel hombre, y con tan poco disimulo frente a su verdugo. Quizá por mi condición femenina no era yo capaz de poder vivir con suficiente compasión el momento doloroso que el individuo atravesaba. Me preguntaba cómo hacer para remediar el asunto, y confieso que temí haber asesinado al serio y sofisticado Señor Marcelo de un pelotazo en los genitales.
P.D.: Hasta que por fin un día el instructor partió al Hemisferio Norte, tuve que soportar, en cada una de las clases, a mi hermana susurrarme al oído- y entre carcajadas- que tuviera cuidado con la fragilidad de ciertas zonas en la cancha del señor Marcelo.