miércoles, 30 de enero de 2008

Mayúsculas

"Hoy sería capaz de marcharme: coger las llaves del coche sin
motivo alguno
(las llaves siempre están en el plato de entrada)
bajar por la escalera
(no bajar por el ascensor, bajar por la escalera)
hasta el garage del sótano, ver la cerradura eléctrica abrirse con dos chasquidos y dos señales de luces, ver la puerta automática subir despacito y, en la calle, acelerar lo más deprisa posible, pasar semáforos en rojo, en dirección a la autopista, sin hacer caso a los carteles que indican las ciudades y la distancia en kilómetros, sin una idea en la cabeza, sin destino, sin nada más allá de esta prisa por marcharme, poner entre yo y yo el mayor espacio posible..."


En caso de accidente, Segundo libro de crónicas, António Lobo Antunes.



Alivio.

Tuve las palabras trancadas el jueves, el viernes, el sábado, el domingo. Fue un suplicio. El lunes volví. Hoy me levanté y pesaba tantos kilos menos. De golpe todo parecía tan fácil.

P.D. : En la imagen, una tarde de otoño/primavera en marzo de 2005, en Worick, Inglaterra.

domingo, 20 de enero de 2008

Glamorosa desilusión

Hoy conocí un mundo de mentira con gente de plástico y almas de aire. Hacía mucho frío y no tuve demasiadas ganas de bailar porque ni la música parecía verdadera. Me pregunto en dónde existe ese mundo inexistente, a dónde se van esos instantes vacíos. Hace un rato llegué de la fiesta de la revista Gente. Y lo confieso, estoy contenta de estar de vuelta en casa.
La gente deambulaba sin saludarse, porque no se conocía. Todos circulaban nada más que para ser vistos, para que se supiera que habían estado, porque estar era lo que todos querían. Todos pasajeros, transeúntes que no se detienen en nada. La comida bastante rica y la música divertida pero casi nadie se animó a bailar, éramos todos espectadores, estúpidos curiosos de un mundo que no tiene espacio ni tiempo, que sólo vive en el interior de una revista, de una imagen falsa que alimenta la fantasía de aquellos que sueñan con un universo de luces. Y es en realidad una realidad de sombras. Pero con buena iluminación artificial. Era yo una entusiasta del mundo de luces, glamorosa desilusión.

P. D. : En unos días coloco la imagen, pero tengo que esperar a que C. me mande las fotos.

P.D. : "Hoy" fue el 12 de enero.

Ahhhhhh

Mañana se cumplen seis días de que estoy en cama. Primero los malditos cálculos- conocí la sala de emergencias del hospital- y cuando vuelvo a casa me pesco aquel virus que anda suelto. Paciencia, paciencia, paciencia.

A paso lento


Me frustra la gente que anda apurada, que no se detiene ante las cosas, ni las grandes ni las pequeñas. Dicen que no tengo dimensión del tiempo, a veces la pierdo-y cómo me gusta perderla- pero la tengo, lo que pasa es que siempre que puedo me detengo. Nada en esta vida me va a llevar cinco minutos, y que me recuerde -pues en estos días casi me olvido- que disfruto más con quienes parece que se olvidaran del tiempo. Ni una visita ni un llamado de sólo cinco minutos, nunca me serán suficientes. Lo único que logro hacer rápido es correr una carrera. Si voy lento siento que no me pierdo de nada. Desde pequeña tengo un problema con el tiempo, o mejor dicho, con el apuro.
P. D. : En la imagen con Mechi bajamos del estereotipo de la lentitud, el bondi que nos lleva a Los abriles. El vehículo más lento del mundo. Fue este invierno, en agosto creo.

jueves, 10 de enero de 2008

Liquidación por cierre

Hay momentos de la vida en los que digo basta. Fui tolerante, fuerte, paciente, pero hay momentos en los que digo basta. No quiero que me lastimen más, que me molesten más, que me hagan doler. Voy a expulsar estas dos piedras que hace poco me diagnosticaron y prometo con firmeza que la pequeña fábrica de piedras que tengo en el riñón se clausura.

Recuerdo de juventud

Hoy de repente me acordé de R. La conocí hace unos años, el otoño que cumplí diecisiete. Me hacía un estudio de orientación vocacional porque yo andaba bastante perdida, o mejor dicho, negada a descubrir qué quería hacer de mi vida. R tendría unos sesenta y largos cuando empecé mi estudio, que duró mucho más de lo previsto por la profunda amistad que trabamos. Es una de esas personas que vive con intensidad; la felicidad, el dolor, el amor, la amistad. Todavía mantiene sus siete íntimas amigas de colegio, se juntan una vez por semana para ponerse al día. Enviudó hace años pero todavía se le ilumina la cara cuando habla de su marido. Sabe disfrutar de las etapas de la vida, de su madurez, y de alguna vez haber sido joven . Decía que guardaba como recuerdo de juventud la sensación en verano de mirarse al espejo después de darse una ducha y ver y sentir las huellas del sol en la piel. De tener toda la cara quemada, y verse los ojos y la sonrisa resaltar entre lo oscuro de la piel. Hoy, después de la playa, y después de una ducha, de repente me acordé del recuerdo de juventud de R.
P.D. : El "hoy" no es hoy, fue el 6 de enero.
P.D. : La imagen no me convence.
P.D. : Ambas aclaraciones se deben hacer por la misma razón: escasez teconológica en el verano.


martes, 1 de enero de 2008

Pétalos sagrados.

Hay historias sagradas que se guardan en los rincones más íntimos, esas historias son las que algún día nos harán quienes somos. La vida da vueltas. Vueltas. Fe y paciencia, es eso lo que se necesita. Siempre, ojalá. Fe y paciencia.

P.D. : No hay imagen porque los recursos tecnológicos del verano no me lo permitieron.