martes, 22 de abril de 2008

Reflejo condicionado

Me gusta hacer pequeñas teorías, que después disfruto de comprobar. Hace tiempo que me convencí de que los hombres-lo digo como género, no como genérico- cuando van en el auto solos y llegan a un semáforo en rojo, se meten el dedo en la nariz.

Si se pone la luz roja, sé que tengo que mirar para adelante, así me ahorro el pegajoso espectáculo. El viernes eran tres, cada uno en su auto y con su dedo en la nariz.

Silencio por favor.

Volver a empezar. Volver a escribir, a entregar el alma a las palabras, y a historias que todavía no tienen destino ni quién las lea. Sólo un todavía, espero. A veces escribo para mí, a veces para que alguien lea, y cuando escribo para que alguien lea y nadie lee siento el eco del vacío, el eco del vacío. Y es un ruido fuerte. Hoy vuelvo a empezar, vuelvo a escribir, y que ese eco calle, porque me hace sufrir.

lunes, 7 de abril de 2008

Y no hay vueltas.

HH es un hombre práctico, sin demasiadas vueltas para ejecutar las cosas. Pasó la noche en Maldonado porque tenía una reunión martes y miércoles. El miércoles de mañana, cuando salió de la ducha, se dio cuenta de que se había olvidado el peine. Pelo lacio, muy finito, se alborota fácil. No podía ir a la reunión tan desprolijo y tenía- como a él le gusta- calculados los minutos de sus próximos pasos. Entonces en poco rato resolvió. Dice que los tenedores no peinan tan mal. HH además es muy optimista.

viernes, 4 de abril de 2008

Libros, frases y momentos.


Abro la caja y encuentro mi block del año pasado. Qué lecturas. Cuando vuelvo a leer alguna frase de un libro me transporto al lugar y al tiempo en que lo leí e hice la trascripción. Una forma de guardar sensaciones. Algunas frases que valen la pena.

“...ni el poder infinito ni la infinita sabiduría podían otorgar la bondad sobre los hombres. Para ello era necesario que igualmente hubiese amor infinito”
(Miller- Cántico a San Leibowitz)
Mayo, días de frío, todavía la piel sensible de aquellos días en el juzgado de Pando atrás de un reportaje.

“En la adolescencia la amistad es como la extensión de esa conciencia perpleja que uno va descubriéndose, a empellones y sustos”
(Marí- El vaso de plata)
Sol de marzo y abril. Sola en casa, semana Santa, vértigo de Psh, Mononucleosis. Días tranquilos.

“Historias tristes, gestos de rabia, mujeres avergonzadas, hombres imprudentes, vientres hinchados, un tajo, unas lágrimas, y todos nos vamos a casa felices. Sí, felices. Reparto consuelo. Salvo familias, vidas, matrimonios...No, no me pregunten por los fetos. Dejé de fijarme en ellos después del tercer aborto. Ahora los veo como amasijos de sangre coagulada. Tumores abdominales que amenazan con arruinar la vida de personas decentes...”
(Tyrewala - El especialista en abortos)
Junio, en la biblioteca de la facultad, mucho frío.