lunes, 25 de febrero de 2008

Mil historias.


Los balcones guardan un misterio sutil que me intriga. Camino por los lugares y no puedo sacar la vista de los balcones, los veo como el pequeño espacio en el que el interior de un hogar se mezcla con el mundo exterior de una ciudad. Me detengo con cierto disimulo y me imagino la vida de quienes los pisan. Los objetos ayudan, se podrían armar mil historias al observar la vida desde un balcón, los distintos elementos que se ventilan son siempre el primer disparador.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

JEJEJE recuerdo cierta persona que queria tocarle timbre a la señora para ver como vivia..jejeje QUE DIVERTIDO
LIBI

eresfea dijo...

Ahora comprendo el recurso imaginativo de Sherezade para las mil y una noches...

Anónimo dijo...

¿Y Copelia....? ¿En qué andas ocupando tu tiempo? Queremos más historias de esas mil.....

Hugo Hernández Martínez dijo...

Copelia, esta entrada me da para pensar en muchas cosas, seguramente en tantas como la señora que está apoyada en ese balcón. Cada balcón, tres o cuatro historias, es un buen promedio, es la vida.