miércoles, 26 de septiembre de 2007

Silencios

Alguien una vez le dijo que tenía el alma silenciosa. Tenía razón. Se da cuenta de que las cosas más profundas, las de más adentro, no siempre las quiere decir en palabras. Las guarda hasta que alguien las descubra. Salen en su forma de vivir, de mirar, capaz hasta de reírse. Pero no con las palabras. Y cuando las personas se enojan porque no entienden, mantiene la calma. Quien sabe mirar, sabe descubrir. No lo hace por gusto, y por eso no lo puede evitar. Tiene un alma silenciosa, que toma su tiempo para encontrar esas palabras, aquellas emociones, porque disfruta de la paz. Es quizá, la defensa innata de los que tienen la desdicha de ser demasiado transparentes, de no poder esconder una sonrisa o una tristeza en los ojos. Es la defensa del que sabe que puede ser vulnerable a los sentidos. Hoy quiere que su alma esté en silencio. Hay cosas para las que no se necesitan palabras. Esas que-como la vida- nacen de un misterio.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Planes.

Ya es una decisión tomada. Este fin de semana me voy a dedicar a:
Dormir.
Leer.
Mirar películas.


P.D. : La imagen es de gettyimages.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

La lógica.


María no estaba dormida aún, pero estaba cansada y aprovechó la compañía para reposar. Hizo todo lo posible para que pereciera que dormía. Así nadie la molestaba. El pequeño tiene dos años- es su ahijado- y juega en la alfombra con un puzzle. Sus tíos juegan con él. S. dice con sorpresa:
- ¿Y María?
A. señala a su hija en el sillón. Se ríe.
- Murió.
El niño mira a A., mira a María, y pregunta con mucha naturalidad:
- ¿Murió?
Todos se ríen. El niño no. Mira fijo a A. porque espera una respuesta.
- No Juanma, está dormida.
Entonces, él sigue jugando.


P.D. : En la imagen: Juanma, (el verano pasado).






Damas y caballeros.

Hoy es el cumpleaños de mi abuela. Hace un rato, llegaron todos del festejo(yo comí con ella al mediodía porque sabía que no iba a poder ir al festejo). Resulta que mi abuela había pasado muy contenta. Uno de sus nietos varones(tiene un lote), el de veintirés años, llegó con un ramo de flores para ella. No estuve en el momento, pero me imagino la cara de mi abuela. Así son los hombres
valientes. Y así, las hacen felices a ellas.

P.D. : La imagen es de Gettyimages.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Sin palabras.




Hay gestos de las personas que me quedan grabados en la memoria. Únicos. Que por un instante las definen, las vuelven perfectas.
Estos tres, son ejemplos de gestos que se me hace imposible olvidar.
Pero en clase de guión entendí que tengo que ver Verdaderas Películas. Por eso, por un tiempo me despido de ellos, y de las tres películas en las que los descubrí.
De Jude me llevo el recuerdo de la sonrisa, y de esa bufanda.
De Orlando, las manos más perfectas que vi. Y el acento.
De Ryan, la mirada para morirse.
Están en orden de preferencia, por ahora. (Aunque Ryan capaz hubiese subido un puesto si hubiera estado afeitado).

domingo, 16 de septiembre de 2007

Del lado de los Felices.

Hay personas que viven en busca de la felicidad, nunca son felices con esa excusa de que la están buscando : “cuando tenga plata”, “cuando consiga el trabajo”, “cuando sea flaca”, “cuando tenga éxito”. Hay otra gente en cambio que sabe que la felicidad puede ser una forma de vivir, y que se elige. La vida es un regalo, y la felicidad una responsabilidad, la forma de agradecer, y de hacer que este pasaje por el mundo no sea en vano. La felicidad plena son instantes, momentos perfectos. La otra felicidad, la de vivir, no es plena, pero sí es intensa, hay que lucharla, porque se elige. Y lo que se elige, se lucha. Recuerdo que de golpe, un día, me enteré de que alguien- siempre muy feliz- estaba enfermo, y de que siempre había estado enfermo. A esas personas las admiro. Admiro la fortaleza de saber cargar una cruz con tanta felicidad, y de saber darle la dimensión justa, para que en verdad una enfermedad no sea más que una cruz. Admiro a los que saben ganar la lucha contra el dolor, a aquellos que son capaces de encontrarle sentido al dolor. Algo voy aprendiendo de la vida, saber sufrir, y saber ser feliz. Me acuerdo de aquello que dice mamá: en esta vida hay dos tipos de personas, los que eligen estar del lado de los felices, y los que eligen estar del lado de los infelices. Me gusta la gente luchadora, y Dios quiera que podamos ser como ellos. Porque es difícil. Muy difícil. Pero esa gente, pase lo que pase, va a se feliz. Pase lo que pase, le va a haber valido la pena vivir. Y por eso los admiro.

P.D. : El 14 de septiembre fue para mí un momento de esos de felicidad plena. Y recordé otra cosa que dice mamá: Ganar con humildad y Perder con dignidad. Y después, disfrutar con intensidad del triunfo. No se me borró la sonrisa de los ojos. Y eso que mis ojos son pequeños pequeños.

P.D. :La imagen es de mi flor favorita. Me llevó 22 años encontrarla(juro q tenía la preocupación de no tener una flor favorita) pero es perfecta: pequeña y celeste. Se llama Nomeolvides. Quizá en esta montaña que subo ahora, encuentre algo que me fascine tanto como los Nomeolvides.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Chau, gracias.


En los ómnibus de Montevideo existen leyes de comportamiento, y al que no las cumple se lo observa con desprecio, se lo concibe como un inadaptado que no leyó la Constitución del transporte público. El pasajero debe racionar las palabras, el que está sentado del lado de la ventana, cuando llega el momento de bajarse mira a su vecino, se levanta y con un simple gesto mudo se hace entender para que el vecino lo deje pasar. Pero jamás debe emitir sonido, las palabras salen caras arriba de un ómnibus. Cuando la situación se da al revés, y el pasajero de al lado de la ventana entra y se quiere sentar, se posiciona en silencio para que el que está sentado en el pasillo lo deje pasar, si éste tiene los ojos cerrados, debe esperar a que los abra, y cuando lo hace, al distraído lo miran todo el resto de los tripulantes con aire de acusación. Pero jamás se le avisa, no se puede hablar. Si entra algún conocido existen dos alternativas para no poner en riesgo el ahorro de vocablos: mirar para el otro lado, o hacerse el dormido- “Qué pereza tener que sacarle charla de acá hasta el centro a éste”- esa es la justificación de la regla. A la llegada es grave saludar al conductor, pero en la bajada ya es pecado. El que entrega un billete grande lo hace con culpa y el conductor le contesta con un sarcasmo en la mirada, pero todo en silencio. Violó una regla, pero si habla estaría violando dos . La única excusa es el celular, porque la culpa la puede asumir el otro y nunca es un pasajero. El que no sabe dónde bajarse debe sentir vergüenza, pero si se atreve a molestar y pregunta, el conductor contesta en una frase sin artículo, sin verbo y sin predicado, sólo el sujeto:

- Soca, Nariño, Boulevard.
- Pero...
- Soca, Nariño, Boulevard.

Todos los días comparto diecinueve minutos exactos con una tripulación. Nos vemos casi cien minutos a la semana. Todas las semanas. Pero somos desconocidos: con la sexagenaria de los sacos largos, con el hombre del gorro de lana, con la chica de los vaqueros bajos, con el chico del portafolios del ABN, con la niña del pelo indomable, con la de los pantalones apretados. Somos sombras que pasamos todos los días, que compartimos espacio y tiempo y nada más. Porque en el bondi no se habla, vamos y volvemos. En nuestras vidas paralelas.
Pero todos los días de la vida peco, cuando me bajo emito dos palabras. Y ayer comprobé que hacen una diferencia.

P.D. :Ayer me olvidé de la plata para el boleto, cuando estaba arriba y me di cuenta, le avisé al conductor lo acontecido, le dije que me bajaba, no iba a viajar gratis. Que en la próxima parada descendería.

- Vas para tu casa
- si...
- Entonces yo te llevo – como siempre.
Por tres años me animé a romper las reglas. Ayer las rompió él. Me sorprendió. Y yo le agradecí en el alma, porque lo de él sí fue valiente. Además hacía frío y llovía. Cuando me bajé agregué un adjetivo a mi pecado. Chau muchas gracias.

viernes, 7 de septiembre de 2007

Llegó.


Thanks God it's friday.






P.D. : Elegí la imagen porque hoy tengo sensación(o ilusión) de verano. Es en la Isla Gorriti, desde el Victoria María.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Resaca de un padre


Anoche me desperté en un mundo sin paredes
En una mañana sorda
En un verano detenido.
No me levanté, y tampoco me quedé acostado,
No dormí, y no estuve despierto.
Me hundí en un zumbido perverso,
Y encontré un lugar en la ausencia.
Mi lugar en el mundo.

Él abrió la puerta y se acercó descalzo,
Ya era casi tan alto como para verme en la cama
Y su manito ahora no envolvía más mis dedos.

Aún guardaba el misterio del mudo
Y la simpleza de quien todavía

no repitió la experiencia del otoño.

Lleva mi nombre, una injusticia superlativa,
Y mis ojos, un consuelo egoísta
Él es mi esperanza, yo soy su cruz.

Atravieso una vida que no recorro
Con aliento a fuego, respiro los días inexistentes
Con sorbos ardientes, adormezco el alma vacía
Y con besos de vidrio, enveneno la memoria sucia
Él es mi esperanza, yo soy su cruz.

Jamás descubrí el amor hasta que lo conocí,
Pero yo para él soy un desconocido,
Y para el amor, un indescubierto.
No lo pude ver nacer, y no podré verlo crecer
Porque la noche que llegó
yo estaba abrazado a mi debilidad,
y el día que crezca,

estaré hundido en mi condena.

Lo abandoné por mil copas en la noche
y lo olvidé con las resacas de la tarde
Sueño su voz de hombre
pero miento, porque sé que jamás
tendré la gracia de oírla.

Y si pudiera, lloraría
Porque sé que soy el culpable
De haber crucificado mi esperanza.

Pero no puedo, porque mis lágrimas,
Como mi vida, quedaron secas.

martes, 4 de septiembre de 2007

S.O.S

Detesto la palabra estrés. Y detesto mencionarla. Pero no lo puedo evitar: estoy estresada. Por eso, porque tengo que combatir esa maldición, abro la ventana de mi cuarto para sentir el calorcito de septiembre ( que siempre tiene sabor a novedad) y hago una lista de veinte pequeñísimos placeres ombliguísticos que disfruto. Recordarlos me hace olvidar de que me falta Tiempo para hacer las mil y una cosas que debo hacer esta semana, y por un instante, me convenzo de que el estrés no existe. O al menos, de que no vale la pena.

1. Dormir con la ventana abierta en verano.
2. Bañarme en el mar.
3. Bailar.
4. Leer a la sombra.
5. Galopar.
6. Tener un ataque de risa.
7. Escuchar música.
8. Andar descalza.
9. Conocer un lugar nuevo.
10. Luego, volver.
11. Comer churrascos en la estufa el domingo.
12. Mirar una buena película.
13. Correr.
14. Espiar las conversaciones entre los niños.
15. Usar vestido.
16. Caminar sin apuro.
17. Vivir sin apuro.

P.D. :No están en orden. Hay dos que no voy a confesar. Y uno que vale doble (el N° 17). Otro día haré la lista de los placeres compartidos, pero lo de hoy no fue sólo un post, fue una terapia egoísta.


P.D. : La imagen es de Maitena.