martes, 22 de abril de 2008

Reflejo condicionado

Me gusta hacer pequeñas teorías, que después disfruto de comprobar. Hace tiempo que me convencí de que los hombres-lo digo como género, no como genérico- cuando van en el auto solos y llegan a un semáforo en rojo, se meten el dedo en la nariz.

Si se pone la luz roja, sé que tengo que mirar para adelante, así me ahorro el pegajoso espectáculo. El viernes eran tres, cada uno en su auto y con su dedo en la nariz.

6 comentarios:

Ignacio Bermúdez dijo...

¡Es que no hay nada más que hacer! (jo-jo)
Yo también canto... pero para cuando termino las primeras estrofas, ya se hace la verde...

eresfea dijo...

Como no tengo auto, tengo taponada la nariz (un sacacorchos, por favor...).

Anónimo dijo...

Es que yo hasta hoy estuve convencido que para eso era la roja del semásforo...¿o no?

Unknown dijo...

Coppellia estoy MUY de acuerdo con la oservacion!! jajajaja
LIBI
eresfea:no se si seguire tomando más vinos contigo...

eresfea dijo...

Libi, tranquila, el sacacorchos queda en el corcho.

El otro yo dijo...

Tengo una amiga que dice que uno de cada dos hombres se come los mocos; yo le creo.